El Estado argentino, garante del Mercado Libre
En los últimos tres años, el país otorgó a la multinacional beneficios por 247 millones de dólares, entre exenciones del impuesto a la renta y aportes de seguridad social.
Por Manuel Bricca para El Megafono
La empresa que co-fundó y comanda Marcos Galperin presentó ante la SEC (la comisión de valores de EEUU) un informe sobre los resultados de los últimos 3 años. Entre algunos datos relevantes revela que en 2024 tuvo ingresos por 21 mil millones de dólares (lo que denota un crecimiento del 38% en relación al año anterior) y su fintech, Mercado Pago, por 8,6 mil millones; siendo el del último año el mejor balance de la historia de la compañía.
En este informe también se detallan los beneficios fiscales que el Estado argentino le otorga, debido a la legislación vigente que busca promover la economía del conocimiento. En agosto de 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández, se aprobó la solicitud de MercadoLibre para acceder al régimen de promoción mediante una resolución firmada por el ex ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Este régimen proviene de la ley Ley N° 27.506 del 2019, una actualización de la Ley de Software que impulsó Néstor Kirchner en 2004.
“Con base en el régimen promocional, las empresas que cumplan con criterios específicos tendrán derecho a: i) una reducción de la carga del impuesto sobre la renta sobre las actividades promovidas para cada ejercicio fiscal, ii) la estabilidad de los beneficios establecidos por el régimen promocional de la economía basada en el conocimiento, y iii) un bono de crédito fiscal sobre el aporte de la Empresa al régimen de seguridad social de todo empleado cuyo trabajo esté relacionado con las actividades promovidas”, dijo MercadoLibre, en su informe ante la SEC.
“Como resultado, la Compañía registró un beneficio de impuesto a la renta de USD 33 millones, USD 42 millones y USD 27 millones, durante los años terminados el 31 de diciembre de 2024, 2023 y 2022, respectivamente. El efecto agregado por acción del beneficio del impuesto a la renta ascendió a USD 0,65, USD 0,84 y USD 0,54 por los años terminados el 31 de diciembre de 2024, 2023 y 2022, respectivamente. Además, la Compañía registró un beneficio de seguridad social de USD 24 millones, USD 67 millones y USD 54 millones por los años terminados el 31 de diciembre de 2024, 2023 y 2022, respectivamente”, dijo la empresa.
En este periodo de tres años la suma total de los beneficios que el Estado argentino le otorgó a MercadoLibre, entre exenciones impositivas y aportes de seguridad social, fue de USD 247 millones.
El gran benefactor
“Cuando un empresario gana, quiere decir que le solucionó la vida a la gente. Marcos y todo su equipo son grandes benefactores, porque le están arreglando la vida a mucha gente en la Argentina y en todo el continente”, dijo el presidente Javier Milei en su visita a las oficinas de la multinacional, en septiembre del año pasado.
En esa ocasión, el encuentro fue para celebrar la inauguración de un nuevo centro de almacenamiento logístico, mediante una inversión de 75 millones de dólares, lo que representa un poco más de un tercio de lo que el Estado le exime a MercadoLibre.
«Esta empresa se ha convertido en un ejemplo para todos los jóvenes que quieren emprender e invertir en el país (…) Nosotros tenemos un compromiso con devolverle la competitividad a la Argentina, por eso avanzamos con las reformas más ambiciosas de las últimas décadas. En definitiva, el éxito privado de las empresas deriva en un beneficio profundo para la sociedad», dijo también Milei en esa ocasión.
Siempre es necesario recordar el discurso y el programa político con el que Milei llegó a la presidencia, denostando a todos los que reciben aportes del estado y calificandolos como parásitos, desde los trabajadores desempleados que cobran un magro plan social hasta los empresarios que reciben grandes subsidios.
Parece ser que cierto intervencionismo ahora sí está bien para promover el “éxito privado” mientras se ajusta al resto de prestaciones estatales como las jubilaciones y pensiones, se desfinancia a la salud y educación pública, se deprecian los salarios y se toman cantidades descomunales de deuda externa para sostener el modelo de la bicicleta financiera.