Nunca con la yuta
Organizarse en tiempos de crisis es fundamental para darle batalla a un enemigo voraz que cada vez se acerca con más fuerza para avasallar con todo. En tiempos donde hay parámetros para medir todo, incluso medirse entre pares, poder organizarse es necesario para tener un registro de lx otrx, unx otrx que atraviesa la misma realidad que unx. El capitalismo ha logrado que la explotación del trabajo también se jerarquice en base a una moral que santifica lo que se puede considerar como “rubro” aceptado por la sociedad en su totalidad.
¿Por qué hacer algo gratis algo que se puede vender? Limpiar un baño, levantar una pared o incluso ejercer control para un supuesto “cuidado” son construcciones propias de la moralidad capitalista y que pareciera que esta aceptada si se trata de un patrón que explota al máximo el cuerpo. Pero cuando se construye otra identidad, cuando sos migrante o perteneces a sectores más empobrecidos el trabajo sexual desprende incluso lógicas interiorizadas. Si haces empanadas en tu casa para vender, si tenes una editorial independiente o si salís a cortar el pasto, moralmente ¿está bien? El trabajo sexual entonces, también tiene que ser parte de estas discusiones, ya que poder ejercerlo de manera autónoma y auto gestionada es parte de escapar de la lógica capitalista de que tiene que haber alguien que controle o jerarquice. De cualquier forma, incluso con una crisis que se incrementa, cualquier trabajo, sea auto gestionado o no, no hay manera de no explotar el cuerpo por unos mangos que no llegan a satisfacer las necesidades personales de cada quien ¿Pero porque se criminaliza uno sobre otro?
Lorena Rocha es referente de AMMAR (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina) seccional Rio Cuarto. El sindicato de lxs trabajadorxs sexuales nació como respuesta al constante asedio y violencia de la Policía que resistían lxs compañerxs en la calle, formando parte además de la Central de Trabajadores de la Argentina AMMAR lucha por el reconocimiento del trabajo sexual para que el estado garantice los derechos humanos y laborales de lxs trabajadorxs sexuales en la Argentina. En Rio Cuarto lxs compañerxs realizan ollas populares, roperos comunitarios y diferentes actividades en el barrio Alberdi para visibilizar y compartir información acerca de lo que es el trabajo sexual.
A 40 años de democracia hay deudas sin resolver.
A 40 años de democracia hay una deuda con nosotras, el colectivo trans, no reconociendo a nuestras compañeras que fueron víctimas también del genocidio que sufrieron muchísimas personas y en el cual el colectivo trans, travesti de Rio Cuarto y de ninguna otra parte del país son nombradas. AMMAR viene a brindar derechos a un colectivo que siempre fue discriminado sin tener una mirada de entendimiento hacia el colectivo.
Hay un feminismo reaccionario que perpetua discursos de odio transformándolo en un abolicionismo peligroso ¿No?
Hay un feminismo que todavía sigue perpetuando los discursos de odio, transfobico, homofóbico, hay que romper con esa estructura y ese feminismo. Hay un odio general que muchas veces se trata de obviar, el odio a las compañeras, que muchas veces no es entendido por las campanas que van sonando todo el tiempo sobre la mirada que se tiene a este colectivo, como es el de las compañeras que deciden ejercer el trabajo sexual sin obligación. Explotaciones laborales hay todo el tiempo cuando tu trabajo no acuerda con el reglamento o no arregla con la calidad de trabajo que tenes que tener en cualquier tipo de tarea y que seas remunerada por eso.
¿Hay respuestas del estado en proponer otro tipo de trabajo pero no de legalizar el que ya ejercen lxs compañerxs?
Sí, hay propuestas del estado para conciliar con el colectivo y otros entes que tenemos como estado, por el momento estamos recibiendo respuestas del estado para acompañar a las compañeras y es un camino largo para que el trabajo sexual se convierta en un trabajo legal, hay muchas aristas que se están todo el tiempo evaluando, se piensa que las compañeras tienen que ser mayores de 25 años, actuar por su propia voluntad sin tener un proxeneta ni nadie que las obligue a ejercer el trabajo sexual. Todo el tiempo se trabaja en base a eso con psicopedagogos, psicólogas, acompañando a las compañeras que ya no están ejerciendo el trabajo sexual y acompañándolas a crecer una economía popular alterna a lo que es el trabajo sexual, compañeras que no tienen aportes, que tienen más de 45 años, siempre se está tratando de mejorar la calidad de vida de las compañeras.
¿En el plano electoral hay candidates que den respuesta a la emergencia de clandestinidad que viven les compañeres TS?
Es necesario que las candidatas y candidatos se pongan a atravesar esos prejuicios que hay contra una profesión que tiene más de 800 años como es el trabajo sexual, en otros tiempos la gente que venía en barcos pagaba con especias y las trabajadoras sexuales intercambiaban sexo por comida desde hace mucho tiempo. Desde esa época hasta acá nunca se toca el tema por lo moralistas que somos, cuando se habla de los genitales por ejemplo para descalificar y, perdón voy a ser vulgar a la hora de decirlo, “la concha de tu madre” “que conchuda” “que culeado” son palabras que en cotidiano son nombradas, pero cuando se habla de que tus genitales también pueden ser utilizados para trabajar, para explotar como son explotadas tus manos, tu cabeza, tus horas, no está bien. Yo creo que las candidatas y candidatos tienen que ponerse a rever estos temas ya que hay una agenda para pedir que el trabajo sexual tenga una vara dentro del marco legal.
En épocas de crisis que cada vez se agudiza más ¿es necesario la unificación de les trabajadores para combatir este enemigo voraz?
En épocas de crisis nosotras siempre vemos el aumento y muchas veces el deceso de las compañeras al rubro, siempre variando en que la compañera busca otras alternativas en su economía popular para sobrevivir a esta crisis que estamos pasando. La verdad es que es muy importante que dentro de los espacios sociales, sindicales, culturales y dentro de la diversidad se tiene que debatir esto que venimos diciendo todo el tiempo, yo con mi cuerpo hago lo que quiero siempre y cuando sea adulta mayor, que no tenga un proxeneta detrás y que lo que haga para sostenerme en esta vida sea por voluntad propia, ya se están discutiendo en estos espacios sindicales, AMMAR pertenece a una línea nacional nucleada en la CTA. En Rio Cuarto damos la voz y prestamos el espacio para que se pueda discutir lo que es trabajo sexual, desde que tiempo venimos como en puesta de hacer visible algo que teníamos en Rio Cuarto y que al contrario nunca se le dio ni si quiera un aporte, siempre se usa la palabra victimización o se quiere rescatarnos de algo y la verdad es que no queremos que nos rescaten de nada porque mi trabajo me da de comer, lo que necesitamos es que se regularice para estar más seguras en el trabajo que estamos haciendo, como el empleado que está trabajando en una obra, o cualquier tipo de trabajo que tiene un aval por si le pasa algo.
Trabajo sexual no es trata.
AMMAR está en contra de lo que es la prostitución forzada, la trata de personas, la prostitución infantil, siempre hablamos de mujeres y trans adultes aunque con las compañeras trans tenemos una pequeña grieta sobre ejercer el trabajo sexual muy de niñas, mas allá de que hay una ley que constituye sabemos que hay compañeras que tienen que ejercer el trabajo sexual porque las instituciones no están preparadas para contener el colectivo, los claustros que tiene la educación por ejemplo, primaria, secundaria, terciarios o niveles superiores. Es algo que se tiene que desmenuzar bien, se habla todo el tiempo, se hace hincapié en ver que las compañeras que ejercer el trabajo sexual muchas veces sean compañeras de 25 a 35 años y tenemos una franja de 40 a 65 años que es una franja que pelea por su tiempo en el rubro, la que sale a la calle y no hace un peso o que tiene una adicción producto de lo que la vida le está ofreciendo en ese momento, entonces también vamos acompañando en un nuevo refortalecimiento de lo que es plantársele a la vida con otro tipo de economía, en ese caso también es agradecer a las personas que nos acompañan, nos ofrecen un montón de beneficios para las compañeras que aparecen para que ellas mismas puedan insertarse en el mundo laboral de una economía distinta que se proyecta. En todos esos puntos nos parece importante sentarnos a dialogar y discutir, la diversidad también, la mesa de la diversidad también se tiene que empezar a plantear, más allá de que el cupo laboral trans es una deuda que siempre se tuvo con el colectivo muchas veces pasa que las compañeras trans ejercen el trabajo sexual porque se cumple con un cupo laboral y en este caso entraron muy pocas, entonces las compañeras van a tener que esperar que otro intendente como este de la puesta para que se pueda insertar compañeras trans al mundo laboral. Preguntándoles a las compañeras que quieren hacer o metiendo presión a los empresarios que también se tienen que hacer responsables ya que son ellos son los que tienen el poder y el dinero para poder tener en cuenta a las compañeras en un trabajo regulado, pero no dejando en lo oscuro la decisión de cada compañera.