Panic show a la cordobesa
Por Lea Ross
Cuando el Lord Jamón puso los pies sobre el Aeropuerto Internacional de Córdoba “Ambrosio Taravella”, habitó una Córdoba desfinanciada por años. Pero para el mes de abril, la provincia tuvo una caída del 15% de recaudación impositiva en comparación al mes anterior, con un IVA que retrocedió un 9% en interanual, y Ganancias un 36%, por la elevación de la mínima no imponible y las nuevas alícuotas, aprobada en el Congreso el año pasado por el impulso del ministro de ese entonces Sergio Massa, y votada a favor por el actual presidente Javier Milei y por la Generala Vilarruel. Milei quiere ahora cambiar eso, mediante la Reforma Fiscal, al prometerlo en el acto del Cabildo: “Aún con el riesgo de desfinanciar las arcas, les vamos a devolver los impuestos”.
El gremio de trabajadores estatales ATE decidió realizar cortes de ruta pegados al centro aeroportuario, que llevó a que la Gendarmería dispararan gases lacrimógenos. “Hacemos responsable a Patricia Bullrich por provocar un acto irresponsable”, señaló al presente portal Federico Giuliani, secretario general de ATE, del cual recalcó que hubo cuatro personas internadas por los hechos en distintos hospitales. El error de cálculo de esos disparos llevó a que el viento terminara jugando en contra de los uniformados, siendo ellos quienes recibieron su propia medicina y expuesta ante cámaras de televisión porteñas.
Después de la táctica anti-napoleónica de los gendarmes, Milei & CIA se trasladaron rumbo a la zona céntrica de la ciudad. El paso de un helicóptero ha sido insistente en los últimos días bajo la prueba de la organización de logística y seguridad por parte de Provincia y Nación, del cual es la primera vez en esta gestión que se coordinan para una actividad semi-improvisada como ésta, donde podía pasar cualquier cosa.
Vuelan
Según el Índice de Precios al Consumidor de Córdoba, la inflación provincial desde diciembre del año pasado, es decir en los seis meses de la era Milei, tuvo un promedio de +65,25%. Pero los rubros que más crecieron fueron el gas (+174,36%), los seguros médicos (+132,88%) y la electricidad (+125,87%). Es decir, los servicios, que le pegan más a la clase media.
En distintos puntos de la provincia, viene ocurriendo protestas vecinales contra los aumentos tarifarios, donde el chivo expiatorio son las cooperativas de servicios públicos. El habitante de Huinca Renanco, pueblo ubicado en la pampa gringa, que llevó una carretilla con montones de billetes para pagar una factura millonaria de luz, fue solo una muestra de lo que ocurre en otras geografías más serranas.
De hecho, la obra pública, del cual quedó cercenada de fondos nacionales, tiene como principal bache la tarifa eléctrica, que se incrementó en un 221,65%, según el Índice de la Construcción.
La caída de consumo llevó al cese de compras de electrodomésticos, que desencadenó el despido de 200 obreros en la fábrica Mave, donde se fabrican los lavarropas marca Drean. La noticia tuvo repercusión por considerar al pueblo de Luque, donde viven los obreros, como aquel donde el 80% votó por Milei. Esto trajo como consecuencia que la proveedora Weg, donde entrega los motores para el funcionamiento de esos aparatos, cesantearan a decenas de sus trabajadores, generando tensiones con el gremio y delegados con la patronal.
Acorde a lo que pasa el país, la desinflación de bienes se hace notar, pero los servicios mantienen su tensión por la postergación de tarifazos que realiza el Mago Sin Dientes de las Finanzas, Luis Toto Caputo, a la que el León lo definirá como un “rockstar” en el acto de Mayo, al coro de “Totooooo…”.
Por otra parte, los medios públicos cordobeses también son un foco de tensión. El jueves anterior, trabajadores de radio, televisión, página web y redes sociales de la Universidad Nacional de Córdoba (SRT-UNC) realizaron un escrache al rector Jhon Boretto, por haber habilitado un “procedimiento preventivo de crisis”, habilitando los despidos en Radio Universidad, FM 102.3, Canal 10, Canal U, el portal cba24n.com.ar y las redes sociales. Recalcan, además, el cinismo de las autoridades académicas de organizar una marcha por la educación universitaria, pero a la vez aceptar ser los tercerizados del ajuste. Periodistas, productores, camarógrafos, locutores declaran estar en momentos de angustia, aferrados a la consigna “No sobra nadie”.
Una muestra de lo que no alcanzaba a ver el Presidente a lo alto de la nave voladora.
Convocatorias
Las cinco centrales sindicales -CGT Córdoba, CGT Regional, CTA de los Argentinos, CTA Autónoma y UTEP- concentraron al mediodía en la intersección de las calles Colón y General Paz, a unas cinco cuadras del Cabildo, donde se realizaría el acto de Mayo. Los gremios resaltaron la presencia de sectores transversales, como movimientos sociales o grupos de intervención artística. “No podemos ignorar que el día 29 y 30 de este mes es el día del Cordobazo, cuando dijimos basta a la represión militar. Hoy estamos aquí, y no vamos a permitir que nos atropellen con nuestros derechos laborales”, se escucha desde el palco. Las pancartas también hacen su escrache a Llaryora, que lo tildan de cómplica por aferrarse a la Ley Bondi Zombi + Reforma Fiscal, el DNU y el Paco de Mayo.
“Simplemente compañeros, agradecer toda esta presencia, en la que decimos: el 25 es patria. Y la patria no se vende”, señala Ilda Bustos, secretaria del gremio gráficos y una de las dirigentes de CGT-Córdoba, que en el medio de los agradecimientos puso cara de enojo, al contemplar que al lado del palco, el sector de camiones realizaba cánticos que tapaban los discursos. Se trata de un sector de la CGT Regional, intervenida por órdenes de las mesas de Buenos Aires.
“No vino la gente que esperábamos”, comenta una de las jóvenes que cuelga un cartel que dice “Milei Culiadazo”, campaña que fue noticia nacional por sus intervenciones callejeras y virtuales, y que se volvió una marca. Su comentario fue acorde a lo que plantearon algunos de los presentes. “Yo hubiera hecho un poco más de bardo”, me comenta alguien que se vino mucho más al norte de la provincia.
De los culiadazos a los piedrazos
Un sector que no se lo vio presente en esa concentración estuvieron más adelante, en el medio de la calle de General Paz, donde gritaban “Cabildo Abierto”, en rechazo a la presencia de vallas que rodearon la manzana del Cabildo. Algunos que estaban a cargo de la custodia no sabían contestar por qué calle se podía ingresar para ir al acto de Milei, porque eran empleados de Buenos Aires y desconocían el nombre de las calles.
“Quisimos avanzar en donde está el Cabildo, y la Infantería nos hizo retroceder, agarraron a una compañera de los pelos y quebraron nuestra columna en dos”, señaló Franco Boczkowski, secretario general del gremio de docentes UEPC Sección capital, donde allí se activaron balas de goma, gases lacriógenos y de pimienta. Dos periodistas de La Voz del Interior tuvieron que ser atendidos al recibir el gaseado. El olor se vuelve intermitentemente nauseabundo, a tal punto que la tos es recurrente.
También fue detenida otra joven, del cual ambas fueron alojadas en los Tribunales II, y luego liberadas mientras se editaba esta crónica. Pero en el mientras tanto, el hartazgo se impuso ante el vuelo de piedras y la quema de containers. Una vecina, desde arriba de un techo, trata de apagarlo lanzando agua con una manguera. Otra señora, que dice ser la dueña de una farmacia que estaba cerrada, se queja de los chispazos de las fogatas que quemaron parte del cartel de su comercio.
“¡Yo te pago tu sueldo, la concha de tu madre!”, gritaba un particular solitariamente contra las fuerzas. “¡Con los docentes no, culiado!”.
Leones de la media plaza
Para la Policía, la convocatoria para ver al Lord Jamón fue de unas 8.000 almas. Por fuera, estiman que 6.000. Con eso bastó para cubrir la mitad de la plaza San Martín, al cual hubo consenso mediático local de considerarlo como una concentración que tampoco cumplió con las expectativas. “En parte, fue porque estaba la otra marcha, también por el tema de las familias, o porque no sabíamos por dónde cruzar y dejar el auto”, me señala una pareja entusiasmada, siendo rodeadas de banderas argentinas y amarillentas.
Cristina y Carolina son hermanas. Una de ellas está en silla de ruedas y se aferra a un león de muñeco: “Es la primera vez que ella logra viajar así para ir al centro. Y vinimos para verlo a Milei”, me comentan quienes conviven en el barrio Alto Alberdi.
“¿Quéres salir al aire?”, me comenta un movilero, con un equipo que lo ayuda a transmitir con celular y micrófono. No recuerdo su nombre. Me dice que es youtuber, que viene de un pueblo chiquito de la provincia de Buenos Aires, y que está iniciando su carrera en el streamig. Me pregunta sobre qué mirada tengo de Milei, la polémica con España y si es ético que un emprendimiento reciba fondos públicos. El joven cumple con el estereotipo que se imaginan de un comunicador mileiísta: tez blanca, peinado liso, traje oscuro, preguntas generales y cortante con las respuestas incómodas. De todas maneras, fue muy respetuoso.
Los aplausos desaforados se imponen al contemplar a su majestad leonina. Milei expone cara sonriente. Cuando el locutor anuncia la presencia del gobernador Martín Llaryora y el intendente Daniel Passerini, los cordobesistas reciben abucheos. Su humilde servidor le pregunta a algunos si lo han hecho; no tiene problema en decir que sí lo hicieron.
El discurso leído hizo un repaso histórico, que bregó por la generación de 1810, 1837 y 1880. Revindicó a Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Pelligrini, que a éste último lo consideró como “el gran piloto de tormentas”, y a los primeros por sacar a los “bárbaros” del país. Insisitió en que Argentina había sido “potencia mundial”. Para uno de los presentes de la convocatoria, eso fue “hasta que llegó Perón”. Pero para Milei, quien decidió no aclararlo, fue cuando llegó Yrigoyen. Distintas cuentas de YouTube, que replicaron la transmisión oficial, titularon el discurso como “histórico”. La única novedad fue que se crearía un Consejo de Mayo, luego de que se aprobaría la Ley Bondi Zombi + Reforma Fiscal y que se firme el Paco de Mayo con los gobernadores, cuyo afán sería proponer proyectos de ley para la puesta en práctica del paco o pacto.
“¡Viva la liberad, carajo!”, concluyó, con una arenga insistente. Al concluír, un joven llamado Gabriel, que se define como ninja, mantiene su boca tapada con un paño amarillento mientras come papas fritas. “¿Viste que dicen que a Milei no le gustan las papas fritas?”, le comento. “Ah, no sabía”, y se queda pensando: “Quizás sea porque Milei es cheto. Y las papas fritas no son muy finoli”. Me cuenta que trabaja vendiendo skaters, diseña imágenes con inteligencia artificial y sueña con ser millonario en el negocio de los videojuegos: “Si llegó a serlo, te dono un millón de pesos”, me dice. Habrá que ver cuántas devaluaciones pueda haber en el medio.
-¿Cómo andan las ventas?-le pregunté a un vendedor de banderas y remeras con la cara de Milei, antes que se iniciara el acto.
-¡Mal, che!
-¿Sí?
-Y sí… se me complica por la circulación, que no deja pasar a nadie.
“¿No tenés uno de Cristina?”, comenta un peatón al pasar. “¡Nooo! Ésta es la Argentina, papá”, le responde. “Acá los peronistas están en todos lados, hasta en el gobierno de la provincia”, me comenta.
-Sin embargo-le contesto- eso no se refleja en las elecciones.
-Y no.