Pensamiento Crítico

Desarrollo a Escala Humana

Desde La Luna con Gatillo te compartimos algunas reflexiones para este presente de pachakuti y caos civilizatorio. En esta ocasión el economista chileno Manfred Max Neef.

De descendencia alemana Manfred Max Neef nació en Chile, Valṕaraíso un 26 de octubre de 1932. Estudió Economía en la Universidad de Chile y trabajó para la Shell, donde se desempeñó en cargos jerárquicos, pero renunció para poder “pensar” un poco más en el desarrollo del mundo.

En los sesentas, se enrola como profesor en la Universidad de Berkeley donde aprende de sus alumnos las ideas de la contracultura jipi que se oponía a la guerra en Vietnam. Participa del Club de Roma y el tratado Los Límites del Crecimiento. Trabaja para la OEA y la ONU, en particular en la FAO. Viaja a hacer estudios a la amazonía ecuatoriana donde se da cuenta que los indios viven mejor que los gringos, entendiendo que la economía, tal como se la enseñaron, ha sido transgiversada.

En los setentas regresa a Chile a dar clases, pero tiene que exiliarse por la dictadura de Pinochet y se enrola en la Fundación Bariloche junto a Carlos Mallman siguiendo los planes de desarrollo del Club de Roma.

Dedica su vida a elaborar teorías para una nueva economía desde conferencias, trabajos con comunidades y varios libros entre los que se destaca: Economía de los pies Descalzos (1982), Desarrollo a escala humana: Conceptos, aplicaciones y reflexiones (1986), La dimensión perdida: la inmensidad de la medida humana (2007) y La economía desenmascarada: del poder y la codicia a la compasión y el bien común (2014).

En 1993 se presenta como candidato a presidente de Chile por el Movimiento Ecologista. Fue rector de la Universidad Bolivariana y la Universidad Austral en Chile. Murió en Valparaíso en 2019.

Alguna vez dijo: “Sabemos muchísimo, pero entendemos muy poco. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tantos conocimientos como en los últimos cien años. Pero mirá cómo estamos: ¿Para qué nos ha servido el conocimiento? El conocimiento no es suficiente. Carecemos de entendimiento. La diferencia entre conocimiento y entendimiento es clara. Imagina que tú has estudiado todo lo que puedes estudiar desde una perspectiva teológica, sociológica, antropológica, bioquímica y biológica sobre el amor. El resultado es que tú sabrás todo sobre el amor, pero tarde o temprano te vas a dar cuenta de que nunca entenderás el amor a menos de que te enamores ¿Qué significa esto? Que sólo puedes llegar aspirar a entender aquello de lo que te vuelves parte. Cuando perteneces, entiendes”.