Construir comunidad : Centro cultural Santiago Maldonado

Por: Santy Rodriguez
Fotos: Difusión Centro Cultural Santiago Maldonado

Sonia Ocampo es referente del centro cultural Santiago Maldonado ubicado en barrio Alberdi. Resistir con le otre en tiempos donde pretenden borrar hasta la empatía, con la comunidad como frente de lucha.

Volver a la comunidad, para que se contagie la alegría.
Volver a la comunidad, para abrazar a la desesperanza.
Volver a la comunidad, para encender las velas rojas y brindar las copas que a veces están vacías, pero siempre brindar.
Volver a la comunidad, para hacer de la rabia una respuesta colectiva.
Volver a la comunidad, para tirar baldazos de agua fría a un carnaval de verano.
Volver a la comunidad, volver a los lugares en donde una es feliz a pesar de que afuera todo este podrido.
Pero siempre volver a la comunidad para poner en peligro el brazo arrollador del verdugo.
Como okupas tomando el cuerpo desgastado de cansancio y poder transformarlo en lo bello que nos saquearon hace varios años.
Y con la comunidad colectivizada gritar no pasaran!!!

El centro cultural Santiago Maldonado está ubicado en el barrio Alberdi, ciudad de rio cuarto, allá por el fondo donde no llegan las ideas progresistas de las urbanizaciones carpeteadas y llenas de derechos básicos fundamentales endeudadas. Allá por el fondo en donde la oscuridad de la noche se proyecta en los medios de comunicación empresariales, tiñendo un miedo fantasmagórico de la idea de le otre como amenaza social, política, cultural. Allá que se mantiene una memoria activa y se desparraman murales en los paredones con mensajes populares “violencia es mentir”. Allá en el fondo la Sonia Ocampo es referenta del espacio y junto a otras y otros mantienen viva la idea de construir comunidad en tiempos en donde el egoísmo se agrieta cuando lo popular es parte de lo cotidiano.

¿Por qué la importancia de construir comunidad?
La comunidad se construye a través de un trabajo, de resaltar la necesidad del barrio, eso fundamentalmente y de construirlo juntos en base a esa necesidad que la gente tiene en los barrios. Hacer un aporte, construir juntos comunidad es un poco la idea que tiene el centro cultural y en estos tiempos es fundamental para que la gente se pueda organizar, para generarle cierta o generar ciertas herramientas que los lleven a defender sus derechos básicos, el derecho de poder acceder a lo cultural, a lo social en los barrios hay mucha necesidad y hay mucha desigualdad. Estos espacios vienen justamente a generar esas herramientas de esa construcción juntos, para ir cerrando esa brecha de la desigualdad.

¿Cómo se construye esta idea a pesar de la constante criminalización?
Lo importante es poder decir que existen estos espacios, hay un montón de cosas que están buenas solamente que no son visibilizadas, cuando se construyen sectores desde lo cultural se lo hace con la idea de que la cultura ya existe en el barrio, que no está lamentablemente tan visibilizado como lo malo. Hay que generar esa visibilizacion, nada más, porque está aquel que su sueño fue aprender a tocar la guitarra, pintar, leer, aprender a leer. Poder acceder a distintos talleres para poder aprender en espacios así culturales generan eso, esa posibilidad de poder visibilizar ese talento, que la gente tiene. Y no naturalizar los discursos que arman para decir que somos todos delincuentes o chorros.

La batalla es cultural…
Totalmente. Yo creo que es la manera de luchar, es una forma de demostrar también que nos va a salvar el arte, venimos con una de crisis terrible, la gente tiene hambre, la gente no accede a lo básico y cuando participa de espacios culturales, se distrae, aprende a tejer, puede hacer unas colcha que quizás no va a tener la posibilidad de ir a comprar, crea vínculos, crea vínculos con su gente, puede canalizar toda esa angustia, esa desesperanza. Me parece que eso es lo valioso, que la gente a través del arte, a través de la cultura pueda sentirse un poquito libre.

¿El espacio también es una herramienta para batallar con la falta de derecho?
La falta de derechos es permanente, pero también genera esas herramientas que decía antes a través de la cultura poder achicar y saldar esa desigualdad. Los derechos adquiridos de los cuales muchos se benefician, porque se llevan de arriba las peleas que tuvimos que dar para poder conseguirlos, mucho no les importa; Pero para aquel que la viene peleando, que sabe lo que es tener poco y poder perderlo es parte de estos espacios que te permiten juntarte con otros y pensarnos a futuro. Para seguir conquistando derechos y cuidar los pocos que tenemos.

¿Cuáles son los derechos por los que vienen?
Lamentablemente van a venir tiempos difíciles, pero no tiene que ver con la gente, tiene que ver con la dirigencia política que maneja muchísima teoría y se contradice en la práctica. Los discursos son muy lindos y están muy bien armados pero en la práctica esto no sucede, la falla empieza por una comunidad que espera un cambio y por el otro lado solo hay respuestas teóricas que no son consecuentes. Yo tengo un lema, que siempre lo digo y es que los espacios se legitiman con la presencia, si vos no estás en el lugar, no lo vivís, no palpas lo que en los sectores se vive y no se puede hablar desde el desconocimiento. Hace falta más trabajo territorial, más compromiso y no tanta teoría.

¿Cómo se sostiene en el tiempo?
Me parece que unas de las cosas que reafirma esta cuestión de sostenerse en el tiempo, en dar respuestas y construir concretamente con la gente del barrio, con corazón, conciencia de lucha y trabajo es la formación política. La formación que vos lleves termina determinando la representatividad que vos tenes en el espacio, hablando más de una formación de base. Quienes son los que tienen mayor autoridad para hablar de las necesidades, aquellos que las viven permanentemente en el territorio junto al vecino y no aquel que tiene mucha teoría que nunca estuvo en un barrio. Hay que fusionar la teoría con la experiencia y formarse siempre políticamente.

En la cuestión de recursos siempre se complica ¿no?
En cuanto a los recursos siempre remándola, con la autogestión, la creatividad, a veces sale lo mismo empanada, pastelitos y todas esas cuestiones. Pero además también está en el compromiso de aquel que asume dejar su vida personal para venir al territorio a hacer su aporte y no hablo que el aporte es solamente económico, sino ayudar juntos a sostener un lugar. Esa la importancia, yo siempre digo que es más valioso o sea un aporte económico alto está bueno, aquel que pudo hacer una transferencia siempre ayuda, pero también es mucho más valioso que vengan, que estén, que aunque no tengas un peso ayuden en una actividad, te rías con el vecino, con los chicos, en el centro un montón de gente te va a abrazar en la lucha. Ese aporte lo tiene que hacer el estado presente, ese desembolso tiene que ser de parte de los estamentos del estado, en cualquier nivel.