CHARLAS DEL MONTE

Coronar el Virus

Surfeando las olas de este apocalipsis o pachakuti, crisis civilizatoria o bendito descalabro mundial, les jipis discurren acerca de todo o nada mientras preparan una carneada.

“Este es mi mundo, esta es mi entrega

y mi bandera es un río de amor.

Es la suerte verdad

y una buena mirada es una buena señal

ya somos unos cuantos que buscamos nuevas maneras para podernos comunicar.

Vendra un nuevo sol,

esta de más decir”

Nahual

“Rayo de luz en tempestad.

Quédense un rato más acá mirando a los ojos

Quiero ver sus rostros dando luz en tiempos de despojo.

Y será tal vez,

el amanecer”.

La insurgencia del Caracol

-La mayor arrogancia de la elite capitalista es creerse inmortales e ininputables. El coronavirus arrasó con la primera, y en Argentina el temita este de los espías y Vicentín amaga con amenazar lo segundo. Obviamente, ya lo sabemos, no van a ir presos- dice el Jipi Matías que está exultante por dos noticias: la reapertura oficial del Mario y la segunda carneada barrial. En su rancho todo está preparado para esperar al hijo del Comandante Araña que venga con la media res que nos toca desguazar. El pibe hace ejercicios para recuperar la gamba después de haber perdido al truco con su tío y Suipacha Kamacho y el Taita Gabi afilan sus cuchichos. El fogón está prendido con una enorme olla de agua caliente. Los perros olfatean algo. Suena una canción de Violeta Parra y el frío de la mañana canta, entre hermosos colores del cerro, que no va haber problema en extender la jornada de faena un par de días. El Jipi acomodó el cuarto del fondo pa que funcione de heladera. De mano en mano la bota de vino y unos criollos con chicharrón. Se vive bien.

-Lo que diga cualquier gobierno es verso. Pero el verso del Tío Alberto se pone cada vez más interesante: soberanía alimentaria, desconcentrar las ciudades, impuesto a los ricos, pagadios a los acredores, y algunas migajas pa los pobres. Algún día algún economista tendría que hacer un estudio de cuanta guita gasta o habilita el estado realmente a las empresas. Porque después parece que los empresarios son seres impolutos que no participan de la corrupción y que si los dejas solitos van a actuar por el bien común. Si hasta el curro ese de las ongs lo disfrazan como ayuda social y es pura evasión de impuestos y lavado de dinero. Yo no te digo que los peronchos no choreen, pero lo del Gato fue impresentable, ni migajas dejó. Aunque si lo pensás bien, fue coherente con su historia. Su familia siempre vivió choreándole al estado, igual que la gran mayoría de las elites empresariales de Argentina, de Roca y sus amigos en adelante- opina Suipacha Kamacho

-Lo loco es que hace rato vengo hablando con amigos empresarios de segunda línea de Buenos Aires. Gente de buena fe, pero con mucho desconocimiento de muchas realidades. Están totalmente de acuerdo en que este sistema capitalista no da para más. Le hablas de ecología, permacultura, medicina natural, alimento sano, redistribución de riqueza y te escuchan. Hasta le cae bien el Juan Grabois y su idea de repoblar el campo, dar vida digna a la gente de los barrios y producir alimento sano. Dicen que es honesto. Eso si, le decís peronismo y les agarra alergia, y ahora con lo de Vicentín saltan como fieras enjauladas – observo.

-Yo noto en mi familia y amigues de clase media alta que ya no les importa mucho la televisión y la noticias, hay un descreimiento general en la sociedad, tanto gobiernos como empresas. Y desconocen las realidades de las organizaciones y pueblas que estamos creando este nuevo mundo- aporta la señorita Mayonesa

-La sociedad del cansancio dice Byung-Chul Han- acota el Jipi que no se sabe en que lugar de su rancho guarda tantos libros

-Después ta la gente que apoya a los empresarios corruptos porque en realidad les gustaría tener su modo de vida. Piensan que pueden alcanzarlo. Tocarlos es tocar sus mezquino sueños individualistas – reflexiona largando el humo del armadito la chica Punkie.

-Es que pasa lo que una vez le dije a uno de estos amigos empresarios. Si vos me garantizas que vas a estar en el 1% más rico de la población que se está quedando con todo sos un capo. Egoísta si. Pero un capo. Pero a mi me parece que no estás ni en el 10% – aclaro.

-Es que hay un tema de privilegios. Una real conciencia que la creación de un mundo nuevo lleva sacrificios, desclasamientos, aprendizajes, empobrecimiento en el sentido capitalista de la palabra. Y también que hay mucho progre capitalista que habla mucho pero nunca agarra la pala o se digna vivir como dicen hay que vivir- vuelve a intervenir el Jipi.

-Soberanía alimentaria está- dice el Taita Gabi señalando el cuchillo.

-Por eso, la crisis esta muestra no solo que el capitalismo se está yendo a la mierda, sino que más allá del coronavirus, son muy poquitos los que se llenan cada vez más de guita y aquellos que se sentían inmortales e ininputables ya no lo son. En medio de esta pandemia vivimos la quiebra del negocio del petróleo, el sistema financiero tal como lo conocemos, el dólar está dejando de ser la moneda de referencia a nivel mundial para ser reemplazada por “criptomonedas” chinas, nuestras relaciones más que nunca se dirimen en las “redes sociales” controladas por estados y empresas multinacionales, crece la ola de “femicidios”, surgen todo tipos de teorías “conspiranoicas”, se teme a la implementación de la tecnología 5G, miles de satélites fueron lanzados al cielo, se habla de vacunas obligatorias que inocularían un “chip” en nuestras cuerpas, la industria (y también el turismo) se han detenido y misteriosamente esto ha hecho que el planeta empieza a respirar, los animales tomen ciudades y se limpien las aguas de Venecia. Es alto bardo.

-Y el que se está armando de nuevo. Con lo del Covid 19 se desmovilizaron todas las protestas sociales que había en el mundo, desde los chalecos amarillos en Francia a las puebladas juveniles en Chile o Hong Kong. Pero en el último mes resurgieron hasta en Estados Unidos, incendiaron la comisaría de Minneapolis y rodearon la Casa Blanca. Acá en Argentina cada vez hay más protestas desde los lamebotas de Vicentín en Avellaneda a los indignados cordobeses.

-Por suerte acá estamos acostumbrados a vivir sin guita. Al final este invierno no es diferente a los que teníamos hace cinco o diez años. ¿Te acordas? Ni joda había.

-Es como dice el Nico Falcoff que esto que sucede ya nos lo avisaron las abuelitas del temazcal, los calendarios mayas, las cumpas zapatistas y hasta Raúl Zibechi. Desde este punto de vista la crisis mundial por el Covid no es una “ruptura” sino una “continuidad” de la crisis civilazatoria en la que estamos. No hay forma de volver a la “normalidad”. Y si se vuelve a esa “normalidad”, es a la de un sistema capitalista de muerte. Algunes ya hace rato la vimos y acá estamos, viendo como nos arreglamos para supervivir en entornos naturales y de construcción comunitaria con herramientas muy escasas, en una mezcla de aprendizajes y dezaprendizajes. Por suerte con algún contacto con culturas originarias y con algunas corrientes científicas modernas como la permacultura que nos dan pista de como carajo hacemos con este quilombo.

-Como dice el uruguayo Mario, estamos creando nuestro propio Nuevo Orden Mundial.

-Dale. Dejen de chamullar, destapen la damajuana y agarren los cuchillos que ahí llega el Tatin con la media res.

Dibujo: Nico Mezquita

Aclaración o Advertencia: Por si no se dieron estas charlas, relatos, columnas, son ficción. Ciencia Ficción Jipi. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia.