Los quince de la ESI
La Educación Sexual Integral es ley desde el 4 de octubre del 2006. Y para celebrar esta materia, que es un derecho y una herramienta, hacemos una fiesta. ¿Quiénes sí y quienes no están invitados a los quince de la ESI?
Por Flo Straso
“Este año se cumplen 10 años de la vez que me tomé la pastilla del día después cuando mi primer novio no había hecho más que sacarme la remera” dice uno de los tuits más megusteados en el aniversario número 15 de la ESI. “Me acordé cuando a los 13 pensé que estaba embarazada porque dormimos en el mismo sillón”, le responde una usuaria. Cuánta ESI nos hizo y hace falta.
El 4 de octubre del 2006 Argentina sancionaba una ley que incorporaba a las currículas escolares de todos los niveles la educación sexual, con un programa diseñado por personas expertas para que las y los estudiantes -de jardín a secundaria- tengan en sus aulas un espacio paraa hablar del cuidado de sus cuerpos, de sus derechos, de su identidad, de cómo se sienten, del bullying, de anticoncepción, de consentimiento y de muchas cosas más.
Cuando el debate por la legalización del aborto generó que la marea verde se lleve puesto el país, al són de “Educación Sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, los conservadores se autoconglomeraron en “Con mis hijos no te metas”, alegando que no se debe hablar en la escuela de educación sexual, sino en la casa, ignorando que la tasa de abusos infantiles son intrafamiliares. Ok.
Desde esa fecha -2017, 2018- la posverdad fue la protagonista de un desfile de comentarios y fake news profundizadas por periodistas y referentes anti-derechos que atacaron la dignidad de la ESI, logrando interrumpir el ejercicio de un derecho decretado por ley. Argentina, no lo entenderías. Más allá de eso, la ESI sigue siendo una ley vigente y esta semana cumplió quince años. Si estás leyendo esto, seguramente estás invitado a su fiesta.
La ley 26.150 logró que la educación sexual sea una materia del colegio que, como matemáticas o geografía, enseña cosas. Es una herramienta que personas de todas las edades deberíamos tener para hablar de sexualidad, identidad y salud. Por eso la celebramos. Parodiando la tradicional fiesta de los quince, repasamos la lista de quienes no están invitados a la fiesta.
Mi amiga @laucontessi, maestra de nivel inicial y especialista de la ESI, me ayudó a esbozar esta lista (que está incompleta, porque la lista sigue, lamentablemente…).
- Los altos mandos de los Ministerios de Educación que mandan trabajar la ESI en situaciones de urgencia, cuando las papas queman, desconociendo su transversalidad.
- A la vedette devenida conductora ultra religiosa Gisela Barreto que en su programa de tv militó en contra de la esi comparando el sexo anal con tomar agua de un vaso al revés (?), alegando que la educación sexual le enseña a les niñes a hacer lo que quieren con su cuerpo y eso está mal.
- A las Iglesias en general que se mostraron simpatizantes de la ley cuando el la legalización del aborto se debatía en el Congreso, al són de “ESI sí, aborto no”, pero la negaron cuando el debate finalizó.
- A Mariana Rodríguez Varela, conocida como “la loca del bebito”, ferviente militante del aborto (como tantos otros y otras) que llegó a la fama no sólo por su posición económica, sino por viralizar muñecos de “fetos” en miniatura, vanalizando una lucha histórica.
- A los responsables del desfinanciamiento del Programa de Educación Sexual que inició con el macrismo, en el año 2016, denunciado por el Observatorio de DDHH: de impartirse en 14 mil escuelas en 2015, pasó a 500 en el 2017, con una disminución de 12 millones de pesos en el presupuesto, asumido por el mismísimo gobierno.
- A Viviana Canosa, por su afán antiderechos y sus reiteradas expresiones en contra de la ESI, desmereciendo los saberes profesionales, alegando que es preferible que “ciertas cosas” las hable la familia y no la escuela, ignorando su situación de privilegio y luciendo su apatía con sectores sociales que no son los suyos.
Por la salud, ¡ESI!
Cerramos esta nota entregando una vela a cada docente que ejerce la ESI, que está en las aulas, observando y escuchando a les pibis, cumpliendo la ley, sembrando derechos. A ellas, ¡gracias!. Por más ESI en las aulas… ¡Salud! (literal).