FEMINISMOS

Que la rabia lleve mi nombre

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Por: Santy Rodriguez

Fotos: Camila Petenatti

Mónica Ordoñez es asesinada el 5 de agosto del 2022 a sus 35 años en el andino, ciudad de Rio Cuarto. Soledad Ordoñez, su hermana, sigue exigiendo justicia por lo que paso. La investigación, después de dos años, sigue sin un culpable.

Lleno un campo de flores que el espanto dejo secar

Mi corazón está de luto y una esquina fría se calienta con la llama de las brujas en pleno anochecer.

En la calle llevan mi nombre como un grito colectivo.

Sin estado, ni dios, ni patrón que resguarde los lamentos empobrecidos sin santo que les escuche.

Solo un silencio, un silencio que aturde porque la urgencia es grande y pareciera que mucho no les importa. Pero mi aleteo florecerá en ese campo.

Como las tantas mariposas que la primavera espero, pero que los campos fumigados destrozaron.

Como una colorida transformación quemando todo a su paso y llevando mi nombre, y las que se suman cada vez más como bandera política. Para una rabia imparable.

El cuerpo como territorio parte de una serie de heridas históricas que duelen hasta la hora de sanar, el cuerpo de una mujer cis, el cuerpo trans, trava, marika, disca, negrx, viejx, la diversidad de cuerpos en desestructuración y agrietacion de un sistema que oprime a ya sabemos quiénes, son cuerpos en disputa. ¿Pero qué pasa cuando construir una identidad o reivindicar la biológicamente impuesta nos cuesta la vida? ¿Qué pasa cuando nuestras identidades caminantes en el espacio público corren peligro? ¿Qué se pone en juego? O ¿Qué es y quienes ponen el cuerpo?

El hartazgo como base fundamental para la construcción colectiva nos sigue rejuntando para poder transformar un poco la realidad urgente que nos atraviesa, pero es fundamental como dice Marlen Wayar estar dentro de la agenda emocional del país, porque base de ese hartazgo ha logrado la aplicación de leyes fundamentales para la erradicación de violencia de género en nuestro país, pero la urgencia está latente y las discusiones en base a eso cada vez más escasas para la clase dirigencial compuesta por varones cis, incluso de nuestras organizaciones. Es urgente que además de que discutan la política global, hablen de les nuestres. Es urgente que además de apurarse en completar las listas, hablen de les nuestres. Es urgente que además de reivindicar a los varones de la patria, hablen de les nuestres. Es urgente que en sus tantas marchas, hablen de les nuestres. Es urgente, porque no hay progresismo ampliamente aprobado por el discurso academicista si a las muertas las seguimos poniendo nosotres. Porque nuestras banderas de reivindicación tienen que dejar de contar muertas si al final el orgullo mercantilista sigue beneficiando que el cumpa o dirigente de lo que sea se sigue beneficiando de las banderas que llevamos siempre nosotres con un rojo corazón.

Porque el hartazgo nos ha juntado y claramente desde ahí hay un dolor insoportable que pareciera no tener fin, mes a mes, pero también una rabia incontrolable capas de comerse todo a su paso. Porque hablar de lo que nos duele es poder transformar todo lo que se desmenuza a partir de ahí, porque no se trata solo de discusiones particulares, se trata de una discusión con capacidad de abrir muchas más para dar vuelta esto que nos condena. Porque Mónica Ordoñez tenía 35 años cuando la asesinaron en el andino en la madrugada del 5 de Agosto, porque su hermana Soledad Ordoñez todavía sigue exigiendo justica, que todavía no tiene responsable, porque nuestro cuerpo está en disputa, porque nuestras voces están en disputa y porque como este caso nos enseñó y tantos más, el espacio público está en disputa.

¿Son escasas las políticas públicas frente a la urgencia?

Mónica es una víctima también del estado. Mónica tenía problemas mentales, ella estaba tratada por un psiquiatra que es el doctor Escala y estaba tratada por un psicólogo, todos ellos no pudieron ver el entorno en el que vivía Mónica. Ella tenía la custodia por su padre y yo sé que el doctor Escala, que todos ellos al padre le ponían alfombra porque es hombre, a veces entre el mismo género todo es más fácil porque también hay un pacto entre caballeros. Hay que modificar eso, una desde que pisa el palacio de justicia te hacen sentir el peso del varón, la secretaria del fiscal que corre al lado de él alcanzándole los papeles, el café, porque lo he visto y el fiscal poniéndose en un lugar de superioridad todo el tiempo. Yo siento que tal vez tiene que haber una igualdad, a  mí me hubiese gustado que el caso de Mónica lo tratara una mujer, un hombre no va a entender nunca por un montón de cosas y tal vez a veces para todos estos casos se necesita intuición y palpito. Estamos hablando de cosas que van más allá, cosas que puede resolverlo una mujer, de la forma que sentimos. Yo lo siento muy liviano al fiscal, muy caprichoso, terco, nunca hemos podido estar de acuerdo en nada porque es muy autoritario, sí a mí me dicen que estoy citada por él ni ganas me dan de charlas y siempre llegamos a nada porque a que él me dice que es un caso difícil, van pasando los años, ahora se van a cumplir el 5 de agosto tres años sin saber qué pasó con Mónica. Cruzo el andino sin saber si esa persona está caminando entre nosotros ¿Qué pasó? ¿Por qué le hicieron eso a ella? Y en los expedientes no pudieron armar nada a partir de que Mónica cruza el andino y eso es lo que yo todo el tiempo me pregunto o uno puede armar una historia para poder desenlazar otras hipótesis pero la verdad es que no están haciendo nada.

¿El movimiento feminista puede ser parte de estos cambios?

Los movimientos feministas cuando yo estuve al comienzo, que no estaba bien emocionalmente, me apoyaron un montón y me ayudaron a encontrar herramientas de lucha. Se armaban cosas que yo no podía pensar porque la había perdido a mi hermana, en la misma tristeza me embargaba y no pensaba, entonces ellas fueron abriendo el camino de lucha teniendo ideas, haciendo cosas para que siguiera vigente el caso de mi hermana, creo que ese papel para mí ha sido fundamental para que el caso de mi hermana no se olvide. Acá en Río Cuarto es así, si vos no te preocupas, no te movés, no buscas la verdad no pasa nada y yo creo que las agrupaciones también buscan cambios en Río cuarto, es una ciudad con pensamientos antiguos, muy conservadora, muy de señalar y muy de tapar que a veces hay dolores, hay luchas. Yo creo en todo el movimiento, creo en todas ustedes porque creo que se cambian cosas, que modifican, yo no tenía conocimiento de todo el trabajo que hacían y hacen un trabajo social no solamente con personas que como yo que he perdido mi hermana, sino en lo social en todo ámbito, ayudar a niños que no tienen a madres, a personas que son golpeadas, mujeres, la verdad que hacen una trabajo que aporta muchísimo.

¿Por qué es importante habitar los espacios desde otro lugar? Hablando un poco sobre el espacio donde fue asesinada Mónica.

Yo creo que desde el día que le pasó eso a Mónica ese lugar fue de lucha, porque yo no estaba bien por eso nunca fui y pude ver ese día cómo abrazaron ese lugar para cuidar lo que había pasado y para defender lo que le había pasado mi hermana. Siento que la han tomado como su hermana, entonces creo que ese lugar es para que sea visible, ya sé que mi hermana no está más, pero qué es un lugar de lucha para la no violencia. Es un lugar de reflexión, para reflexionar y que no nos tenga que pasar algo así de nuevo, no tengamos que estar luchando nosotras para no terminar como terminó mi hermana muerta de esa forma. Porque yo creo que así, visibilizan que ante el dolor, ante la pérdida de mi hermana, mucho amor puede nacer de nuevo. La primera vez que se intervino ese lugar fue para un 8 de marzo y yo fui, me temblaban las piernas y sentía mucho dolor, todavía lo siento pero sé también que es causa importante, es un lugar donde es muy visible que una mujer en un lugar público sola sin hacerle mal a nadie la mataron brutalmente, es para que todas las mujeres lo cuidemos, que veamos todos, porque salir de noche acá en Río cuarto representa cuidado y atención. Creo que también ese lugar muestra cuán vulnerable podemos ser nosotras en la calle, en la noche, que nos puede pasar cualquier cosa.

¿Cómo las mariposas se transforman también en una identidad de lucha?

Ella amaba las mariposas. Cuando era chica las amaba, jugaba con ellas y siento que hoy es una forma de que mi hermana se eleva y de que una mariposa cambia se hace fuerte y se eleva, yo creo que la historia de mi hermana es eso, mi hermana de niña yo creía que era feliz hasta que me enteré que era abusada. De adolescente la cuidamos muchísimo, después no la pude acompañar como cinco o seis años y no la pude acompañar por su enfermedad. Yo creo que ella no está pero sí siento que ella se manifiesta ante eso, de cambio, de lucha, hasta yo a veces digo ¿qué loco no? porque me voy a ir de este mundo y ella se va a quedar, ella trascendió, ella se convirtió de un de ser un humano a pasar a ser alguien que acompaña luchas, de cambios, que hace revolución con su fatal final. Siento que ella se fue pero me devolvió una vida nueva, cuando mi hermana fallece yo comienzo con un tratamiento que nunca había hecho, yo me empecé a hacer tratar para superar lo de mi hermana y superar lo de mi abuso, siento que ahora ya estoy casi en el camino del final, ya en las últimas terapias para lograr cerrar ese capítulo tan doloroso y digo qué loco que se tenía que ir ella para que yo bueno pueda como persona mejorar y sanar, así que no solamente ha transformado mi vida. Porque era un ser puro, dulce. Manifiesto que me lo ponga en el camino, que yo lo voy a encontrar, que yo no voy a bajar los brazos porque yo creo en ella y sé que ella va a hacer que se resuelva el caso, solamente ella, porque si yo tengo que poner esperanzas de la justicia sinceramente, ninguna, todas mis esperanzas mi hermana. Porque mi hermana muere luchando y muere dejándoles hasta el ADN de su asesino para que lo encuentren de una vez.