«Tolosa Paz ajusta mientras hace campaña con la plata del Ministerio»

Por primera vez en la gestión de Alberto Fernández, piqueteros oficialistas y opositores confluyeron en la calle. Una multitud colmó el centro porteño para rechazar el programa del FMI y exigir mejoras sociales y alimentarias.

Por Yair Cybel para El grito del Sur.

Una marea humana, una multitud de colores que se expande por todo el centro porteño con sus banderas de arrastre, sus flameadoras y sus repiques. Desde todos lados, de barrios y provincias, llegan hasta el cruce de la 9 de Julio y la Avenida Belgrano. De fondo los recibe la Evita enojada, la que reposa sobre la cara norte del Ministerio de Desarrollo Social, desde donde truena su escarmiento.

“¿Quién puede vivir con 40 mil pesos?”, responde en forma de pregunta José, militante del Movimiento Evita de Florencio Varela. La feroz inflación hizo su trabajo y licuó el valor del Potenciar Trabajo. Hoy en día, medio sueldo mínimo aguanta para poco menos de una semana, explica el dirigente barrial. José coordina un comedor popular y da fe de la crisis: cada vez vienen pibes en peor estado, cada vez hay mas miseria, de a poco vuelve el trueque para poder comer.

La fecha es un parteaguas: por primera vez desde que asumiera Alberto Fernández al frente del Ejecutivo, los movimientos piqueteros oficialistas y opositores confluyen en la calle en una protesta común. La UTEP, la Unidad Piquetera, el FOL y la CTA salieron de conjunto y con un programa común: basta de pagarle al Fondo Monetario, esa plata falta en los barrios. La primer bandera, la alimentaria, a los comedores llega cada vez menos comida y la que reciben es de pésima calidad.

“El Gobierno tiene que echar a la ministra que no ha dado respuesta a ninguna de las emergencias sociales”, explica en diálogo con este medio Eduardo Belliboni. “Al punto que hoy confluyeron organizaciones que venimos luchando hace años y ahora se sumaron las organizaciones oficialistas para decirle a la ministra que termine con el ajuste. Si sigue con esto se va a tener que ir”, espeta el líder del Polo Obrero.

No se ven muchos niños en la marcha; sin embargo, un día atrás la propia ministra de rostro risueño, sonrisa blanqueada y brushing al día salió con una fuerte campaña de estigmatización. “No hay diálogo posible cuando se utiliza a los chicos”, afirmó y solicitó la intervención de la Defensoría de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en el acampe piquetero. “Cómo se nota que nunca te cagaste de hambre»” respondió por Twitter la diputada del MTE, Natalia Zaracho.

“La ministra tendría que indignarse por lo que está pasando realmente en el país: porque tenemos la mitad de nuestros niños por debajo de la línea de la pobreza, porque haya niños muriendo por desnutrición en Salta y Jujuy o porque los alimentos no llegan en tiempo y forma a los merenderos”, responde Dina Sánchez, referente de la UTEP, consultada por los dichos de Tolosa Paz.

“¿Qué hace en el Ministerio? Se dedica a hacer campaña con los recursos del Ministerio de Desarrollo Social, realmente hay un descontento muy grande”, agrega la dirigenta.

Son las 13, empieza a golpear el sol del mediodía y las columnas comienzan a desconcentrar. En la calle, justo en la esquina de Lima y Belgrano, una señora tucumana vende sus últimas empanadas fritas. ¿Se vendió algo? “Nos fue mejor que ayer. Por lo menos con esto tiramos un par de días”la esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albisturla esposa de Pepe Albistur, se despide la cocinera popular. Eso sí, en el puesto callejero también aceptan Mercado Pago. Galperin sonríe.